Avatar 3 se ha dejado ver por primera vez en acción a través del primer tráiler lanzado por Disney. Fijado su estreno para el 19 de diciembre, la tercera entrega de la aclamada y exitosa saga de James Cameron se adentrará en un terreno muy dramático. El modo en el que concluyó Avatar: El sentido del agua, hace mella en la familia Sully, encontrándose sumidos en el dolor y haciendo que la premisa de Avatar: Fuego y Ceniza sea distinta a la de la secuela de 2022.

Esta tercera entrega de Avatar presenta un escenario de guerra total, a raíz de que emerja la amenaza de una facción radical de los Na’vi. El Pueblo de la Ceniza, también conocido como los mangkwan, liderados por Varang (Oona Chaplin) se erigen como los principales villanos de la historia, envenenados por Quaritch (Stephen Lang) para ir contra el resto de clanes. El villano por antonomasia de la saga parece no ceja en su empeño de querer destruir Pandora y a su gente, encontrando a unos aliados inesperados.

Esa asociación de Quaritch con los mangkwan llega después de sufrir una derrota en El sentido del agua, aunque fue mínima comparada con la de Sully y su familia. La muerte de Neteyam, hijo mayor de Sully (Sam Worthington) y Neitiry (Zoe Saldaña), no solo marca el desenlace de la secuela, sino que también marcará el devenir de Avatar: Fuego y Ceniza.

Avatar: Fuego y Ceniza tiene una premisa distinta a El sentido del agua

La premisa de Avatar: Fuego y Ceniza cambia con respecto a la secuela de 2022
20th Century Studios

Solo con ver el tráiler, se percibe un cambio de actitud en Jake con respecto a la secuela. De mantener un perfil claramente antibélico, a pasar totalmente al ataque con la venganza y la pena como fuerza impulsora.

En una entrevista con Empire, Cameron explica cómo la muerte de Neteyam marca el devenir de la historia. «Todos en esta película reaccionan desde un lugar de trauma. Todos. Jake está procesando la muerte de su hijo. [El otro hijo de Jake y Neytiri] Lo’ak está procesando la muerte de su hermano y su propia culpa por eso”.

Jake vuelve a su antiguo yo

Aunque con el paso del tiempo Jake había conseguido enterrar su lado más belicista, sobre todo tras convertirse en un Na’vi, la muerte de Neteyam le hace volver a abrazar esa faceta oscura que habita en él desde sus tiempos de soldado.

«El pacificador que Jake era en la segunda película ha cambiado, porque está de duelo», dice Sam Worthington. «No sabe cómo seguir adelante, así que regresa al mundo que conoce, que es el soldado. Atacar, ir a la guerra, ese es un lugar reconfortante para Jake».

Volver a su antiguo yo, puede que sea para Jake una forma de refugiarse del dolor, pero ello abre una brecha en su relación con Neytiri.

«Debido a la muerte de Neteyam, ahora hay una división en esa relación», adelanta Worthington. «Ese es un gran diseño de Jim: ¿cómo se divide la historia de amor perfecta? Jake y Neytiri comparten esta dolorosa herida, pero parece que no pueden sanar el uno al otro. Así que, en cierto modo, se separan, no porque quieran, sino porque simplemente intentan sobrevivir dentro de sí mismos. Jake regresa a la batalla y Neytiri, en cierto modo, se cierra».