En el episodio 2 de Rehén se le complican más las cosas a Abigail (Suranne Jones), quedándose a priori sin opciones de recuperar a su marido, Alex (Ashley Thomas), a no ser que renuncie al cargo de primera ministra. A todo ello, se produce una gran revelación de los secuestradores, así como la constatación de que hay un topo en el gobierno francés, maniobrando en las sombras.
ATENCIÓN SPOILERS: Este artículo contiene detalles del episodio 2 de Rehén
Después de que la presidenta Toussant (Julie Delphy) abortara la misión de rescate por temor a las represalias, Abigail solo puede confiar en un activo del MI6 que está sobre el terreno. Mientras tanto, Toussant le pide ayuda a su hijastro, Matheo (Corey Mylchreest), para que rastree de dónde procedió el mensaje a través del cual la chantajearon con hacer público el video en el que se ve a ambos juntos en la cama.
Desde luego, los secuestradores, si algo están, es organizados, teniéndolo todo bien atado para que no haya ningún cabo suelto que les eche abajo su plan. Está claro que, detrás del secuestro del grupo de médicos entre los que se encuentra el marido de Abigail, parece haber algún tipo de vendetta personal contra la mandataria británica, dejándose entrever al final de este episodio 2 de Rehén.
Todo le sale al revés a Abigail
Abigail no tiene ninguna intención de dimitir y así cumplir con las exigencias de los secuestradores que tienen a su marido. Bajo su opinión, no se puede ceder tan fácilmente a los chantajes, aunque su hija Sylvie (Isobel Akuwudike) no lo ve precisamente así. Para la joven, lo más importante es que se rescate a su padre, no comprendiendo en absoluto que su madre no se pliegue a las exigencias de los secuestradores. Ello provoca que Sylvie se enfade con su madre, advirtiéndole que, si le pasa algo a su padre, nunca se lo perdonará.
La verdad es que la tesitura de Abigail es extremadamente compleja, pues tampoco hay ninguna certeza de que, cediendo a las peticiones, vaya a recuperar a su marido. Ella considera que cabe la posibilidad de que, aunque dimita, los secuestradores no suelten a Alex y al resto, pudiendo convertirse en una sucesión de peticiones.
El mayor inconveniente es que, los secuestradores no van de farol, cumpliendo con su amenaza de matar a un rehén cada 24 horas si Abigail no dimite. Esto lo comprueba la propia primera ministra en persona, cuando el líder del grupo que tiene a su marido mata a un colega suyo.
En el episodio 2 de Rehén, se revela que los secuestradores son ingleses
Después de capturar al agente del MI6 que les seguía la pista, una vez que lo meten en el coche con un disparo de bala en el hombro, Alex oye como uno de los secuestradores es advertido por el líder por no hablar en francés. Esto pone de manifiesto que los secuestradores son británicos y no franceses, como quieren hacer creer.
Otro detalle muy interesante se revela poco después de que el cabecilla mate a sangre fría al mencionado médico. En un momento determinado, Alex le pide por favor que le deje marchar, pues tiene una hija. Al escuchar esto, el líder de los secuestradores le contesta: “Yo también tenía una”.
Atando cabos, la sed de venganza de este individuo contra Abigail podría ser debido por la escasez de medicamentos. La teoría es que, al no haber existencias de cierta medicina, la hija de este hombre muriese, culpando a la primera ministra de ello.
La conversación entre Alex y su secuestrador acaba por confirmarle que, en efecto, son de nacionalidad británica, haciéndoselo saber a Abigail hábilmente. Durante la transmisión en video, Alex le dice a su mujer: “Es su traición, no la tuya”, mensaje que Abigail capta a la perfección, pues así se lo revela a Toussant poco después.
Ahora, Abigail tiene un hilo del que tirar, decidiendo hacer una comparecencia pública en la que comunica que no dimitirá de su cargo. De esta forma, gana algo de tiempo para seguir indagando, pero lo que no sabe es que hay un topo muy cerca.
Adrienne es una traidora
Al final del episodio 2 de Rehén, se descubre que Adrienne (Jehnny Beth), jefa de prensa de Toussant, está en todo momento en contacto con los secuestradores. Por lo tanto, es un topo que informa a estos de todos los movimientos de la propia Toussant y Abigail, yendo de este modo un paso por delante. Qué relación tiene Adrienne con los secuestradores es todavía un misterio, pero desenmascararla será clave para que Abigail pueda, traer a su marido y a los demás de vuelta sanos y salvos.