Todo está a punto de saltar por los aires en Daredevil: Born Again tras lo visto en el episodio 4 titulado ‘Sic Semper Systema’. Un capítulo que supone el regreso de Frank Castle (Jon Bernthal), siendo el responsable de que Matt (Charlie Cox) se lo replantee todo. Además, Fisk (Vincent D’Onofrio) está comenzando a salirse de madre, mientras un nuevo y peligroso villano ha sido presentado, estando listo para sembrar el caos en Nueva York.
ATENCION SPOILERS: Esté artículo contiene detalles del episodio 4 de Daredevil: Born Again
Se intuía que el impactante final del episodio 3 de Born Again podía suponer un punto de inflexión para Matt. Después de haber luchado con uñas y dientes para lograr exculpar a Hector Ayala (Kamar de los Reyes), todo resulta en vano debido a que es asesinado cuando patrullaba como el Tigre Blanco. Ante la falta de evidencias sobre el responsable del crimen, Matt decide investigar por su cuenta, encontrando una prueba relacionada con Punisher.
Frank Castle entra en escena en el episodio 4 de Daredevil: Born Again

La prueba en cuestión es el casquillo de la bala que mató al Tigre Blanco, el cual lleva serigrafiado el logo de Punisher. Esto, sumado al hecho de que el asesino llevaba el logo del justiciero en el pecho, podía hacer pensar que Frank es culpable, pero ni de lejos. A Matt no se le pasa por la cabeza ni por un instante que Frank sea el asesino, acudiendo a él para pedirle ayuda para resolver el caso, sabedor de que quien está detrás del crimen de Ayala es un idólatra de Punisher.
En un principio, Frank no está nada contento con la visita de Matt, derivando en una tensa secuencia entre ambos. Sin embargo, la conversación acaba convenciendo a Matt de que, para hacer justicia, no le bastará con ser abogado, teniendo que volver a abrazar ese lado oscuro que había estado tratando de enterrar en lo más hondo de su ser a consecuencia de lo ocurrido con Foggy.
No solo Matt comienza a reflexionar, pues esto también es aplicable a Frank. El personaje interpretado por Bernthal no ha perdido ni un ápice de su personalidad, demostrando tener la misma ira y espíritu de venganza, además de terco. A pesar de las reticencias iniciales, se atisba que Frank acabará ayudando a Matt a encontrar al asesino de Ayala.
Fisk no engaña a nadie

Alcalde de día y psicópata de noche, así es como se puede definir a Fisk después de ver lo que ocurre al final del episodio 4. Fisk no ha cambiado; es el mismo monstruo y villano de siempre que no duda lo más mínimo a la hora de cometer atrocidades.
Desde que se supo que Vanessa (Ayelet Zurer) había tenido una aventura con un tal Adam, sabíamos que esto no iba a acabar nada bien para este. Por mucho que Fisk le prometiese a su esposa que no le haría nada, los indicios hacían pensar que ya se lo había hecho. Esos nudillos ensangrentados y la posterior confesión a Heather (Margarita Levieva) durante la terapia de no saber el paradero del amante hacían sospechar de Fisk.
Efectivamente, hacía los compases finales del episodio, vemos como Fisk tiene cautivo a Adam en una celda, dando la sensación de que lo han torturado.
Muse, el villano que pone los pelos de punta
El capítulo comienza y acaba centrándose en la figura de Muse, el principal villano de la temporada además de Fisk. Procedente del mundo de los cómics, el personaje es un psicópata asesino, algo que ya se ha podido comprobar por las víctimas que lleva a su guarida y a las que somete a todo tipo de torturas.
Enmascarado, no se sabe quién puede estar detrás de Muse, pero si hubiese que apostar por alguien, lo haría por el personaje que interpreta Hunter Doohan (Miércoles), al cual se ve por primera vez en el episodio 2 cuando acude a pedirle una consulta a Heather.
En el caso de ser como en los cómics, Muse se anticipa como alguien temible. Difícil de rastrear debido a sus habilidades sensoriales, junto con una velocidad, agilidad y dotes de combate sobrehumanas, batirle no será nada fácil incluso para Daredevil, pudiendo necesitar ayuda de Frank para hacerlo.
El regreso de Matt como Daredevil está un paso más cerca tras verle entrenar en la azotea de su edificio, anticipándose la vuelta del héroe en los próximos episodios, aunque se prevé que todavía necesite un empujoncito más en forma de algún suceso que se produzca. Ese bien puede ser por algo que haga Fisk o sea directamente por los actos de Muse.