The Last of Us es una de las adaptaciones de videojuego más fieles que se pueden encontrar con respecto al material original. No obstante, a la hora de llevar al personaje de Abby a la vida real, se percibe rápidamente que es diferente en la serie de The Last of Us, fundamentalmente en lo concerniente al físico.
La Abby vista en el juego The Last of Us: Parte II es un personaje fuerte con una musculatura muy definida, mientras que en la adaptación de HBO, Kaitlyn Dever, actriz que la interpreta, es menos corpulenta que la versión digital.

Craig Mazin, cocreador de la serie junto a Neil Druckmann, ha explicado recientemente durante una entrevista con GamesRadar+ porque optaron por un enfoque distinto para Abby.
Motivo por el cual Abby es diferente físicamente en la serie de The Last of Us
Todo atiende a que, en la adaptación televisiva, no era expresamente necesario que Abby estuviese tan musculada como en The Last of Us: Parte II. En el videojuego, al tratarse de un personaje jugable, el físico marcadamente diferente con el de Ellie permitió establecer una experiencia distinta cuando se manejaba a una u otra.
«Algo que hablamos desde el principio al elegir a Abby fue el físico del personaje. Obviamente, en el juego es muy fuerte físicamente. Es muy musculosa. Le pregunté a Neil [Druckmann] por qué… Me respondió: «En el juego, al cambiar de personaje, necesitas contrastar la mecánica del juego. Cuando te conviertes en Ellie en el primer juego, entiendes que no eres Joel».
Queda claro que para la Abby de la serie han primado otros aspectos, no siendo para nada esencial un físico imponente para contar su historia. Quizá sea incluso mejor así, pues la hace todavía más imprevisible y sorprendente a ojos de la audiencia que no tiene constancia del personaje.
«De esa manera, comprendimos que no era tan esencial para nuestros propósitos narrativos”, dice Mazin. “Porque no hay jugabilidad; solo hay observación».
La Abby de Kaitlyn Dever impone de igual forma
El primer episodio de la segunda temporada de The Last of Us abre y cierra con Abby, poniendo de manifiesto su importancia en la trama. Lo que realmente impacta de los dos ratos que sale en pantalla es la rabia y odio que transmite a través de su gestualidad. Encontramos a un personaje roto de dolor con un ardiente deseo de venganza que sigue en su interior aún habiendo pasado cinco años.
The Last of Us emite un nuevo episodio de su segunda temporada cada lunes en Max, habiendo seis episodios por delante.