Se ha hecho de rogar, pero los nuevos capítulos Star Trek: Strange New Worlds ya están aquí, pudiendo disfrutar de ellos en SkyShowtime. Debutando con cierto retraso frente a Norteamérica, el episodio 1 de la temporada 3 de Strange New Worlds pone fin por ahora al conflicto con los Gorn, no sin muchas dificultades para el U.S.S. Enterprise.
ATENCIÓN SPOILERS: Este artículo contiene detalles del episodio 1 de la temporada 3 de Star Trek: Strange New Worlds.
Hegemonía (Parte II) es un episodio repleto de tensión en el que muchos de los personajes corren un grave peligro. El escenario es límite, pues los Gorn son unas criaturas letales y con una gran cantidad de recursos tecnológicos a su disposición. Los primeros compases del capítulo ponen al Enterprise en una situación muy comprometida, a punto de quedarse sin escudos a causa de los impactos de los disparos del enemigo.
En situaciones desesperadas, medidas desesperadas, es lo que piensa el Capitán Pike (Anson Mount) para salir con vida de allí. Lo que se le ocurre es embestir el destructor Gorn, viendo que ninguna de las armas a su disposición causa gran daño a su enemigo. Por suerte, el plan sale bien, consiguiendo inhabilitar la nave y así salir de allí mediante curvatura.
Batel pasa por un momento crítico en el episodio 1 de Strange New Worlds
La Capitana Batel (Melani Scofrano) necesita ayuda urgentemente después de ser infectada por los Gorn. Si no se hace nada pronto, crías de estas asquerosas criaturas crecerán en su interior, provocando en última instancia su muerte. Ante esta situación, lo que se le ocurre a Chapel (Jess Bush) es meter a Batel en estasis para detener la propagación de la infección. Sin embargo, esto no es viable porque Batel rechaza la sedación al ser alérgica al criosuero.
Vuelta a la casilla de salida, pero el tiempo apremia y no hay muchas opciones para salvar a Batel. Viendo el panorama, Spock (Ethan Peck) se presta a ayudar en lo que pueda. No es médico, pero su colaboración con Chapel resulta fundamental para salvarle la vida a Batel, aunque dar con la solución no es nada sencillo. Todo lo que prueban, conduce a una muerte segura en las simulaciones.
A todo esto, Spock y Christine tienen tiempo para hablar de su relación, siendo bastante complicado ahora que ella se va a ir para realizar un curso de tres meses. Christine le dice que cuando vuelva, ya se verá en qué punto están ambos, pero le aconseja que no haga ningún gesto romántico, como esperarla.
En la sangre de Una está la clave

Volviendo al tema de Batel, resulta que, al ser humana, su organismo no es capaz de combatir una infección de este calibre. Entonces, a Christine se le ocurre la idea de hacerle una transfusión de sangre iliriana, diciendo que Una (Rebecca Romijn) es capaz de combatir las infecciones con rapidez. “Una inyección de plasma reforzaría el sistema inmune”, afirma Spock, a lo que Christine responde que de ese modo podrían intervenir a Batel sin el riesgo de que entrase en parada.
Este es un procedimiento ilegal para la Flota Estelar, pero es la propia Una la que insta a Pike a hacerlo, pues nadie tiene porqué esterarse. Al final, no sin algún que otro contratiempo, Spock y Chapel logran salvar a Batel, aunque advierten de que no está del todo fuera de peligro.
Parte de la tripulación del Enterprise está en territorio enemigo
Paralelamente al arco de Batel, encontrar una solución al problema de los Gorn se vuelve prioritario, pues, tal y como reconoce Pike, si no se hace algo, acabarán invadiendo espacio de la Federación. Pese a que el almirante April (Adrian Holmes) es reacio a actuar en un primer momento, al final le acaba dando permiso a Pike para actuar de modo extraoficial. ¿Las órdenes? Hacer ver a los gorn que los humanos no son presas fáciles.
Para llevar a cabo la misión, es fundamental la construcción de un dispositivo de camuflaje por parte de Scotty (Martin Quinn). La finalidad de este artilugio es hacer que el Enterprise pase por una nave gorn y así poder introducirse en su territorio sin ser detectados.
Mientras tanto, La’an (Christina Chong), Ortegas (Melissa Navia), M’Benga (Babs Olusanmokun) y Sam Kirk (Dan Jeannotte) están presos en una nave Gorn, junto a un gran grupo de colonos. Salir de allí no es nada fácil, sobre todo dada la astucia y beligerancia de estas criaturas. Lo bueno es que encuentran armas, lo que ya es un paso hacia adelante.
El final de episodio 1 de la temporada 3 de Strange New Worlds es trepidante

Según descubren Una y Uhura (Celia Rose Gooding), los datos sugieren que se está al comienzo de un largo ciclo de agresión Gorn. Por lo tanto, corroboran que no se puede esperar para hacer algo que los detenga, de lo contrario las consecuencias podrían ser devastadoras para los distintos mundos.
Con toda la información en su mano, a Pike se le ocurre convertir el Enterprise en una llamarada solar que haga dormir a los Gorn, pues son las que dictan los ciclos de caza y descanso de estos. Al mismo tiempo que en el Enterprise lo preparan todo para llevar a cabo el plan, La’an y el resto roban un caza de combate Gorn. Pese a que Ortegas es herida por el camino, consiguen transmitir las coordenadas al Enterprise, tanto de ellos como de los colonos. Así, mientras generan esa llamadara que propicia la desaparición de los Gorn, transportan a todos a bordo de la nave.
Desde luego, si toda la temporada 3 de Star Trek: Strange New Worlds es como el episodio 1, la diversión está más que asegurada.