Dada la estructura de la temporada 2 de Andor, con el episodio 4 de la serie de Star Wars ha llegado el primer salto temporal de un año. En esos doce meses que han transcurrido, el avance y la opresión del Imperio siguen igual, teniendo ahora la vista puesta en Ghorman, planeta del cual necesitan un recurso llamado kalkita para usarlo en el recubrimiento de las lentes del reactor de la Estrella de la Muerte.
ALERTA SPOILER: Este artículo contiene spoilers del episodio 4 de la temporada 2 de Andor
Mientras tanto, Cassian (Diego Luna) y Bix (Adria Arjona) acaban de volver de una misión para la rebelión, estando ahora viviendo en Coruscant, lo que es básicamente estar bajo las narices del Imperio. A su vez, Mon Mothma intenta ganar apoyos entre los senadores para conseguir blindar Ghorman ante la cada vez mayor presencia imperial en el planeta, sabiendo que nada bueno pueden estar tramando allí.
Andor está teniendo en su segunda temporada un planteamiento oscuro propio de la época en la que se ambienta. Desde La Venganza de los Sith hasta El Retorno del Jedi, es cuando el Imperio está en su mayor apogeo, siendo en la serie creada por Tony Gilroy donde se explora el comienzo de la Rebelión, la cual está llena de sacrificios para tener éxito.
En el episodio 3 ya se vio cómo Mon tuvo que tomar una dura decisión respecto a su amigo Tay Kolma, siendo una muestra de hasta dónde se tiene que llegar para hacer frente al Imperio. En este cuarto episodio titulado ¿Has estado en Ghorman? No sucede una situación tan radical, pero sí que se sigue poniendo de relieve que son tiempos muy oscuros en la galaxia.
Ghorman corre peligro dado el interés del Imperio, como se ve en el episodio 4 de la temporada 2 de Andor
Los planes del Imperio con Ghorman son todavía inciertos, aunque se sabe que su objetivo es la kalkita. El problema es que la extracción de este mineral implica un grave peligro para el planeta, por lo que es imposible que la población y los gobernantes dieran el visto bueno a sabiendas de que podría ocurrir un desastre.
Debido a ello, el Imperio está tanteando el terreno, como si estuviesen buscando provocar un suceso que les permita actuar libremente. El primer paso es infiltrar a Syril (Kyle Soller) en el Frente Ghormano, intentando ganarse la confianza de estos, haciendo creer que le pueden reclutar como una especie de agente doble. Sin embargo, lo único que está haciendo es engañarles para conseguir desestabilizarlos, ya que la presencia imperial en el planeta está empezando a tener una férrea oposición.
Luthen intenta descubrir qué pasa en Ghorman

Todo gira en torno a Ghorman. Un planeta dedicado principalmente a la confección de telas gracias a la característica seda de las arañas autóctonas. Por ello, es extraño de puertas para fuera que el Imperio tenga de repente tanto interés, levantando sospechas como es el caso de Mon, pero también en Luthen (Stellan Skarsgård).
Al tener un infiltrado en el BSI como es Lonni (Robert Emms), Luthen pretende saber el motivo por el cual el Imperio tiene fija su mirada en Ghorman. Hasta el momento, Luthen tenía ciertas sospechas, pero cuando Lonni le confirma que Dedra (Denise Gough) controla las operaciones en el planeta, le resulta muy impactante dado que se creía que esta había sido degradada tras lo de Ferrix.
Todo lo que se está haciendo en Ghorman está sujeto a un gran secretismo, por lo que el propio Lonni, aunque trabaje en el BSI, no sabe el motivo de la obsesión por el lugar. La falta de respuestas lleva a que Luthen contacte con Cassian para enviarle sobre el terreno y ver si de esa manera sacan algo en claro de lo que está sucediendo.
Bix sigue traumatizada por lo sucedido en Ferrix

Aunque ya ha pasado un tiempo desde que el Imperio la mantuvo cautiva en Ferrix, Bix sigue teniendo pesadillas con el doctor que la torturó para sacarle información. Ya en el primer episodio de esta temporada dos quedó claro que es algo recurrente para Bix, siendo incapaz de superarlo debido a lo traumática que fue esa situación.
Ahora que están juntos como pareja, Cassian intenta ayudar a Bix, llegando a ser incluso sobreprotector con ella, algo que a Bix le incomoda. El caso es que lo es porque no la ve nada bien anímicamente, agravándose ese estado desde una misión en la que un soldado imperial le vio la cara a Bix, propiciando que Cassian tuviese que matarlo para que no pudiese identificarla. Esto genera un gran cargo de conciencia en Bix, aunque no es la primera vez que matan a alguien del Imperio.
Nuevamente, se pone de manifiesto los sacrificios que implica enfrentarse a una fuerza opresora como el Imperio, teniendo que tomar decisiones que, aunque no gusten, se hacen imprescindibles. En este sentido, Cassian parece llevarlo mejor que Bix, quien vemos cómo al final del episodio toma alguna especie de droga o fármaco para aliviar su estado anímico, todo ello a espaldas de Cassian.