Millie Bobby Brown y Joe Russo han ofrecido una explicación al final de Estado eléctrico. La nueva película de los hermanos Russo (Vengadores: Endgame), basada en la novela gráfica de Simon Stålenhag, ha llegado a Netflix entre divisivas críticas, pero se trata de un título entretenido con una historia distópica ambientada en una línea temporal alternativa. En ella, robots y humanos entraron en conflicto, planteando un escenario donde una tecnología de realidad virtual tiene abducida a la mayoría de las personas, planteando un debate sobre el cada vez mayor uso de la tecnología y el consiguiente impacto que tiene en la sociedad.
En una entrevista con Tudum de Netflix, Brown y Russo diseccionaron y dieron una explicación al final de Estado eléctrico, abordando, entre otras cuestiones, el destino de Christopher (Woody Norman). El filme tiene un desenlace emotivo con el personaje de Brown teniendo que tomar la dura decisión de dejar ir a su hermano, cuando acababa de recuperarlo.
La Explicación al final de ‘Estado eléctrico’ que da Millie Bobby Brown
“Michelle sabía que algo faltaba en su vida [tras la muerte de su familia en el accidente de coche]”, dice Brown. Al darse cuenta de que su hermano está ahí fuera, creo que emprende un viaje realmente hermoso: ‘Debo encontrarlo. Debo traerlo de vuelta a mí’. Hacia el final, se da cuenta de que, para recuperarlo, tiene que dejarlo ir y recordarlo tal como era. Creo que dejarlo ir fue muy terapéutico y catártico para ella. Es justo lo que necesitaba para seguir adelante con su vida”.
La consciencia de Christopher todavía puede estar en Cosmo al final de ‘Estado eléctrico’

Teniendo en cuenta las condiciones en las que Christopher se mantiene con vida, la única solución viable es desconectarle. De esta forma, también se deja de explotarle como “CPU” de la tecnología Neurocaster, pues él era la clave de que el invento funcionase gracias a su perfil neurológico único. Si se piensa bien, el hermano pequeño de Michelle vive una historia trágica al ser utilizado como un sujeto de laboratorio, incluso mucho después de acabar la guerra contra los robots, solo para que una gran corporación se enriqueciese a su costa.
No obstante, la última escena de la película deja abierta a puerta a que la consciencia de Christopher todavía resida en Cosmo, viendo cómo el robot vuelve a funcionar cuando parecía abocado a acabar destruido. Esta revelación permitiría que de cara a una eventual secuela de Estado eléctrico, el personaje pudiese volver a tener presencia en la trama.
‘Estado eléctrico’ y el mensaje que transmite sobre la tecnología
El largometraje de los hermanos Russo no es un envoltorio vacío que se centre únicamente en la espectacularidad y los efectos especiales. A pesar de que la adaptación del material original de Stålenhag hubiese podido dar para más, Estado eléctrico pone en el foco del debate el uso cada vez más indiscriminado que se hace de la tecnología.
En la película, Sentre liderada por Ethan Skate (Stanley Tucci), crea la tecnología Neurocaster, cuyo propósito inicial era que los humanos combatiesen a los robots. El sofisticado sistema permitió a los soldados controlar con la mente androides de combate para hacer frente a la amenaza, siendo un elemento clave para hacerse con la victoria.
Después de que todos los robots supervivientes fueran exiliados, Sentre comenzó a desarrollar el sistema Neurocaster para uso personal. Con este dispositivo, las personas pueden realizar simultáneamente su trabajo a través de cuerpos mecánicos, mientras su consciencia está en un plano virtual disfrutando de experiencias placenteras. El problema es que las personas acaban viviendo alejadas de la realidad como si de Matrix se tratase, poniendo de manifiesto una adicción alarmante que bien puede extrapolarse a lo que está empezando a suceder fuera de la ficción.
“La tecnología tiene increíbles ventajas y puede tener un impacto enorme en la sociedad, pero también enormes desventajas, como la adicción o el uso de ella para desconectarse de quienes nos rodean, expone Russo. «Y cuanto más lo hacemos, más nos damos cuenta de que no nos tratamos tan bien y no podemos comunicarnos tan bien. Si hay un mensaje en la película, es el de mantenernos conectados con quienes nos rodean”.