Hemos llegado al final; el episodio 12 de la temporada 2 de Andor lo deja todo dispuesto para Rogue One una vez que la Rebelión tiene la certeza de que el Imperio está construyendo la Estrella de la Muerte. Un desenlace muy emotivo e incluso un punto amargo por esa última escena protagonizada por Bix, la cual ciertamente cambia para siempre cómo vemos a Cassian en la película de 2016.
ALERTA SPOILERS: Este artículo contiene spoilers del episodio 12 de la temporada 2 de Andor
Andor se ha erigido en una de las mejores producciones de Star Wars por episodios como este. Uno en el que hay tiempo para la acción, pero también para asomarse al alma misma de los personajes al explorar sus sentimientos. Lo logrado por la Rebelión es impresionante, pero con un camino tortuoso para llegar hasta ahí, ya que muchos se han sacrificado solamente para tener la posibilidad de acabar con el Imperio.
Este último triplete de episodios de la serie pone a Kleya en el eje de la historia, siendo vital para hacer llegar a la Rebelión la información que Luthen se encargó de recabar sobre la superarma del Imperio. Sin ellos dos, la destrucción de la Estrella de la Muerte no hubiese sido posible, siendo en cierta forma los héroes en la sombra.
La huida de Coruscant
Después de que el anterior episodio acabase con un gran cliffhanger con los soldados imperiales dirigiéndose al piso franco, toca huida. No obstante, antes de que acaben enfrentándose a estos, Cassian sigue intentando convencer a Kleya de ir a Yavin.
La muerte de Luthen ha causado un gran vacío en ella, llegando incluso a pensar que acabar en Yavin es un final “amargo”. En palabras de Cassian, ese no es el final, intentando hacer ver a Kleya que mientras ella viva, el espíritu de Luthen seguirá presente y que tiene que ver el sitio que ha ayudado a crear. De todas formas, Cassian le dice directamente que no la va a dejar en Coruscant, pues sabe que allí morirá.
A todo esto, K decide acudir al rescate de Cassian, Melshi y Kleya. Y menos mal que lo hace, pues el grupo de soldados está preparado para asaltar el piso. Sin embargo, antes de que puedan hacerlo, Melshi se los encuentra de frente en el pasillo, mientras Kleya y Cassian aguardan en el interior. A pesar de que a Melshi le ordenan detenerse, rápidamente vuelve a meterse en la vivienda, preparándose para la batalla al no haber otra salida viable.
Las cosas se complican cuando los imperiales lanzan una granada aturdidora, hiriendo gravemente en la cabeza a Kleya, por lo que Cassian y Melshi tienen que contener ellos dos solos a los soldados. No dejando títere con cabeza, K aparece arma en mano en el nivel 27, haciendo valerse incluso del Supervisor Heert como escudo humano para abrirse paso y despejar el camino, como él mismo le dice a Cassian.
Ya con los cuatro a salvo en la nave, Cassian y K se ponen a los mandos para volver a Yavin. Mientras Melshi atiende a Kleya.
Saw Guerrera ya está en Jedha
Al mismo tiempo que Cassian y el resto vuelven a Yavin, Mon Mothma mantiene una tensa conversación con Saw, quien está en Jedha. El problema es que está derribando transportes imperiales y por ende llamando demasiado la atención, poniendo en peligro a la Rebelión con sus actos.
La ubicación de Saw concuerda con la historia de Rogue One, por lo que, a pesar del aviso de Mon, sigue actuando contra el Imperio. Al final, su desobediencia le acaba pasando factura, como se ve en la película.
Cassian transmite la información de Luthen en el episodio 12 de la temporada 2 de Andor
A su llegada a Yavin, Cassian se lleva una reprimenda por salir sin permiso de Yavin, pero explica que tenía una buena razón para ello. Ante los líderes de la Rebelión, entre ellos Mon y Organa, lo primero que hace es revelar que Luthen ha muerto y que encontraron a Kleya, quien tiene noticias muy importantes.
Al estar Kleya siendo tratada en la enfermería, Cassian se encarga de contar la información que Luthen recabó de Lonni. Lo primero que hace Cassian es poner en valor dicha información al provenir de un supervisor del BSI infiltrado, procediendo posteriormente a decir que el proyecto energético del Emperador es una tapadera para la construcción de un arma. Esta revelación pone en alerta a Mon y causa sorpresa en Organa, pues según él, dicho proyecto no era un secreto, recalcando que llevaban años financiándolo. Sin embargo, Mon apunta a que no ha habido detalles ni inspecciones que corroborasen que eso era lo que realmente estaba haciendo el Imperio.
Lo cierto es que, a pesar de tan impactante información, nadie parece estar dispuesto a creer a Cassian, excepto Mon, pues el resto ponen en duda que sea veraz. Esto propicia que Cassian haga una defensa a ultranza de la figura de Luthen, manifestando que nadie en la sala ha sacrificado tanto por la Rebelión como él, y que deberían dar al menos el beneficio de la duda e investigarlo.
Un informante de Cassian contacta con novedades
A la conclusión de la reunión a la que asiste Cassian, el general Draven le informa de que hay noticias del contacto de su contacto con Saw. Tivik, el mismo al que vemos reunirse con Cassian al principio de Rogue One, ha enviado tres mensajes urgentes desde Kafrene. El problema es que solo hablará con Cassian, pues no se fía de nadie, dando así lugar a la visita a Kafrene que se muestra en el filme.
Paralelamente a que Cassian visita a Kleya en la enfermería, Mon se reúne con su prima Vel para que hable con Cassian y así se forje ella misma una opinión sobre la información de la Estrella de la Muerte. “Ayúdame a creerle”, dice Mon.
Después de brindar por los caídos, Vel le dice claramente a Cassian que Mon quiere saber si la historia de Luthen es verdad. “Le costó la vida”, argumenta Cassian, para proseguir diciendo que la Rebelión no existiría sin lo hecho por este y que Kleya no les mentiría.
Partagaz fracasa y lo acaba pagando
Al más mínimo error, el Imperio no se anda con medias tintas ante quien lo ha cometido, por mucho que sea de los suyos. Partagaz lo vive en primera persona después del estrepitoso fracaso que supone la operación para capturar a Kleya.
Estando Krennic al tanto de todo, saber que Kleya ha escapado con información vital a buen seguro propicia que sea quien da la orden de detener a Partagaz. Consciente de lo que le espera, cuando el supervisor Lagret aparece para llevárselo arrestado, Partagaz le pide unos minutos para reflexionar, pero lo que hace es sacar una pistola para suicidarse.
De esta forma se demuestra que nadie está a salvo de las prácticas dictatoriales del Imperio, poniéndose de manifiesto que este periodo del terror en la galaxia debe acabar cuanto antes.
Draven manda a Cassian a Kafrene
Como Tivik no quiere hablar con nadie que no sea Cassian, y parece que la información que tiene en su poder es de suma importancia dada su insistencia, es imperioso saber de qué se trata. Por ello, el general Draven acude a Cassian para pedirle que vaya a Kafrene a verse con Tivik, afirmando que todos los indicios apuntan a que algo importante está sucediendo y no puede ser obviado.
A la mañana siguiente, Organa va a ver a Cassian para darle luz verde para ir a Kafrene y averiguar todo lo que pueda. El cambio de opinión de este se produce después de que Draven y Mon le hagan entrar en razón de que merece la pena investigar. Cassian le pregunta el motivo de su cambio de opinión, algo a lo que Organa responde que si cae combatiendo al Imperio, quiere morir matando, causando esto una sonrisa en Cassian al recordarle a Luthen. “Que la Fuerza lo acompañe, capitán”, es la forma en la que desea suerte Organa a Cassian, introduciendo en la serie la mítica frase de la saga.
Al mismo tiempo que vemos a Cassian prepararse para partir, se hace un repaso de lo que sucede con algunos personajes. Kleya parece más cómoda ahora con su estancia en Yavin, Dedra Meero está en prisión por sus actos, Saw está expectante a los acontecimientos en Jedha y Krennic observa la construcción de la Estrella de la Muerte.
Un final emotivo y a la vez amargo para el episodio 12 de la temporada 2 de Andor
Por si no hubiese habido suficientes emociones, todo el protagonismo de los instantes finales del episodio 12 de la temporada 2 de Andor va para Bix. Está junto a B2EMO en el planeta Mina-Rau, donde cuatro años antes ya estuvieron ocultándose del Imperio con Cassian, Wil y Brasso.
La gran sorpresa llega cuando vemos a Bix con un bebé en brazos, siendo efectivamente el hijo de Cassian. Una secuencia muy emotiva, pero al mismo tiempo de lo más desgarradora, pues esto es algo de lo que Cassian nunca tendrá conocimiento dado su destino en Rogue One.
Casualmente, antes de partir hacia Kafrene, Vel insta a Cassian a que retome el contacto con Bix, pero él considera que no es oportuno al estar ahora a salvo y que dejaría de estarlo si él se entromete. “Ya es demasiado tarde”, argumenta Cassian, pero Vel le dice que quizá Bix no lo vea igual. Sin embargo, Cassian dice que se lo pensará, a lo que Vel le responde que no espere demasiado.
Si Cassian hubiese hecho caso a Vel, podría haber tenido la oportunidad de saber que tiene un hijo, pero quizá hubiese sido un motivo para disuadirle de su misión, y la historia es como es. De este modo, el final de Rogue One es todavía, si cabe, más duro, pensando en todo lo que se va a perder Cassian, pero también hay que valorar que, sin sus acciones, el Imperio podría haber puesto en peligro a Bix y su hijo.