Quien lo iba a decir hace unos años que Gears of War, uno de los puntales del catálogo de Xbox, llegaría a PlayStation. Será con el lanzamiento en PS5 de Gears of War: Reloaded, remaster del primero videojuego de la saga publicado originalmente en 2006. Un movimiento sorprendente por parte de Microsoft, pero no del todo inesperado dados los movimientos recientes de la división de videojuegos comandada por Phil Spencer.
Xbox se está alejando cada vez más del modelo de exclusividades que imperaba en la industria hace prácticamente dos días, como aquel que dice. Solo hay que recordar la batalla legal que se vivió entre Xbox y PlayStation no hace tanto tiempo por el tema de Call of Duty. Ahora, con la nueva estrategia de Xbox de lanzar sus títulos en otras plataformas, esto ha quedado atrás.
En un momento determinado, hubo un cambio de chip dentro de Xbox, dando por finalizada la guerra de consolas que una vez estuvo vigente. A Microsoft ya no le interesa eso de los bandos; no está intentando superar a PlayStation como antaño sí hizo, simplemente quiere maximizar ingresos. Después de gastar una cantidad ingente de dinero en la adquisición de estudios como Activision-Blizzard y Bethesda, esas inversiones se tienen que rentabilizar de alguna manera, y ciertamente, acotando sus títulos al ecosistema Xbox y PC no lo iban a lograr.
¿Quién se beneficia con el lanzamiento de Gears of War en PS5?

Las cuentas están claras: en lo que va de generación, se han vendido 75 millones de unidades de PS5, por 30 millones de Xbox Series X/S. Con ese parque de consolas de la competencia y la diferencia abismal que hay, es difícil que desde una compañía como Microsoft, que como cualquier otra prioriza tener beneficios, renuncien a semejante oportunidad de negocio. Si se suman los potenciales clientes de PlayStation, más los propios de Xbox y de PC, las ganancias se van a ver sí o sí incrementadas.
Esta es una forma de mantener la maquinaria en marcha por parte de Microsoft y Xbox, pues las ventas de hardware propio no son suficientes y el Game Pass no está llegando por el momento a los números que espera la compañía. La última vez que se revelaron datos oficiales de suscriptores fue en febrero de 2024, alcanzando los 34 millones, con la previsión de alcanzar los 50 millones a finales de 2025. Con los costes de producción de los videojuegos cada vez más elevados y el mantenimiento del servicio, el número de usuarios tendría que ser mayor para poder sustentarse por sí solo.
Al ser de momento así, Microsoft tiene que explorar otras vías para obtener ingresos, aunque eso suponga sacar sus buques insignia en PlayStation. En un escenario en el que salen ganando tanto la compañía de Redmond como Sony, beneficiándose ambas de que los juegos de Xbox Game Studios salgan en PlayStation. Los primeros porque sacan tajada y los segundos porque se llevan un porcentaje de las ventas sin mucho esfuerzo.
Por ahora ganan tanto Xbox como PlayStation
Un dato realmente interesante es que, en el mes de abril, los tres juegos más vendidos del mes de abril en la PS Store son de Xbox. Tanto en Norteamérica como en Europa, The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, Forza Horizon 5 y Minecraft han copado las tres primeras posiciones.
Con un título como Gears of War: Reloaded no cabe esperar menos, máxime cuando se ha remasterizado por completo. Pero los próximos lanzamientos de Xbox en PS5 no se limitan únicamente a la aventura protagonizada por Marcus Fenix y compañía, puesto que en apenas una semana también llega DOOM: The Dark Ages, el próximo 15 de mayo.

Habrá que estar atentos a cuáles son los próximos movimientos de Xbox en lo que al lanzamiento de juegos en otras plataformas se refiere. Los que es evidente es que por ahora le está saliendo bien la jugada, aunque de cara al futuro habrá que ver cómo repercute, entre otras cosas, en el tema del hardware. Más pronto que tarde, en Xbox tendrán que valorar si se embarcan en una nueva generación de consolas que sustituya a la actual. Si dan el paso definitivo para sacar todos y cada uno de sus juegos en PlayStation e incluso Nintendo, ese nuevo hardware tendrá que marcar la diferencia en algún aspecto como para considerarlo como elección.